Esta vivienda de 935m2 se distribuye en dos zonas claramente diferenciadas: la de día y la de noche. En ambas plantas, completamente abiertas al exterior y con acceso directo al jardín, se puede avistar claramente un estilo arquitectónico mediterráneo.
Todos y cada una de los espacios abiertos de la casa se comunican con el exterior a través de grandes ventanales. De hecho, estas aperturas ayudan a introducir el paisaje y las vistas al mar en todas las estancias.