Minimalismo, elegancia y confort definen el nuevo diseño interior de esta residencia familiar en la pequeña ciudad de Llivia. El reto era renovar por completo todos los espacios, cambiando distribución y estructura, huyendo de su atmosfera rural inicial y con la máxima prioridad de buscar la calidez que exigen los duros inviernos de la zona. Así, el material por excelencia es la madera utilizada en el pavimento y en el mobiliario, que mayoritariamente ha sido hecho a medida, y los colores elegidos son el beige, el blanco, los grises y algún toque en negro. Textiles cálidos de telas naturales como lino, lana y algodón, eran en esta ocasión más imprescindibles que nunca.