Debido a la salinidad del ambiente construir en el norte, específicamente en la costa, es todo un desafío constructivo. Por eso cuando se encargó una planta para la venta y mantención de camiones, lo más importante fue la especificación de la materialidad de ésta, cosa de evitar el deterioro de la estructura.
Así se planteó una nave con vigas de madera laminada y 36 metros de luz más una cubierta emballetada de cobre que fuera capaz de resistir la corrosión del aire.