En un edificio nuevo de oficinas se habilitó una clínica dental con dos box dentales, con equipamiento moderno.
También se trabajó con un área de rayos x, sala de recepción y baño.
El proyecto tenía que permitir máxima transparencia hacia afuera, ya que se trataba de un edicto nuevo en un sexto piso, con gran panorámica hacia el oriente y la cordillera de los andes, y además que hubiera comunicación entre ambos boxes, a través de una corredera de cristal, colgante, por flexibilidad de movimientos para los profesionales que allí trabajaran.
Cada unidad contó con la su sillón y área de escritorios y mesones de trabajo. Se uso pisos de porcelanato, y cristal templado en todos los paramentos de separación de recintos entre si, y colores que dieran una sensación de acogida a los clientes.