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Vivienda en Sant Joan. Barcelona , Egue y Seta Egue y Seta Comedores de estilo escandinavo
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Vivienda en Sant Joan. Barcelona , Egue y Seta Egue y Seta Comedores de estilo escandinavo

¿Se puede mejorar la distribución de una vivienda, eliminando particiones innecesarias pero manteniendo al mismo tiempo el número de estancias inicial?

¿Se pueden comunicar espacios contiguos, públicos y privados, sin que la intimidad de los usuarios de la vivienda se vea afectada? ¿Se pueden superponer texturas y acabados diversos manteniendo al mismo tiempo una atmósfera visual “ligera”, que funcione como lienzo en blanco, listo para recibir las aportaciones decorativas de los futuros habitantes del espacio? El proyecto de reforma de vivienda en Sant Joan da una contundente respuesta afirmativa a las anteriores cuestiones. Y su resultado, homologable a un sin fin de viviendas de tipología y dimensiones semejantes, confirma que el diseño y la experiencia de los interioristas, no están reñidos con los presupuestos ajustados o las viviendas de menor tamaño. El encargo inicial del proyecto consistía en : 1.- Mantener el valor actual de la vivienda en cuanto a número de estancias, teniendo en cuenta la posibilidad de venderlo a futuro; 2.- Conseguir un espacio mucho más atractivo en cuanto a la distribución e iluminación; 3.- Difuminar la presencia del corredor, integrándolo y haciéndolo protagonista de la vivienda como elemento comunicador y vivible. Adicionalmente se han querido optimizar los recorridos, e independizar aquellos más públicos de los más privados. De esta forma, el proceso de diseño empezó por dividir la vivienda en dos partes: una privada y una pública. Intercambiando con éste fin, las ubicaciones de las estancias de cocina, cuarto de baño y vestidor. La habitación principal ahora en posición adyacente al cuarto de baño y al vestidor, ofrecía la posibilidad de comunicarse con éstas estancias mediante un itinerario privado e independiente, convirtiéndola en una habitación “en suite”. Mientras que la cocina, en su nueva ubicación, se abría de forma natural hacia el área social a través de un pasillo y accesos ensanchados. Esta área social, en el ala de la fachada principal de la vivienda, transcurre alrededor de una gran mesa de madera que separa las tres estancias aquí ubicadas: zona de estudio, zona de comedor y salón. Sobre esta mesa destaca una lámpara con carril superior que permite adaptarla a diferentes usos y que pende desde un techo de bovedilla catalana con vigas de madera restauradas. Al fondo, la pared de ladrillo visto, bañada con una tenue luz indirecta, recuerda la herencia histórica y arquitectónica del edificio catalogado, y dialoga de forma armoniosa con los pavimentos de baldosa hidráulica originales, recuperados y pulidos, para darles nueva vida y vigencia estética. Sobre él se ha dispuesto una alfombra persa de área, que delimita un salón que mira a través de dos balcones imponentes sobre el magnífico Paseo St. Joan de Barcelona. A pocos pasos del comedor, se plantea, sin que medien puertas o cerramientos adicionales, la cocina. Esta estancia, que anteriormente solía ser privada y técnica, propone ahora una estrecha relación visual con el comedor, aprovechando toda la luz de la fachada principal y anexionando a sus escasos metros cuadrados aquellos ocupados por el pasillo. La pequeña barra, que prevé uso por ambos lados, difumina la frontera entre ambas estancias, y la fotografía de autor en la pared opuesta, logra dar perspectiva y continuidad al estilo propuesto. La cocina, cada vez más un sitio de reunión para las familias, dónde no cocina únicamente la madre, ni los que cocinan lo hacen solos, alberga hoy en día actividades muy diversas: Aquí, desde luego cocinamos, pero aquí también comemos, hacemos la colada, leemos el periódico, miramos el ipad, trabajamos, tomamos una copa con amigos, y un larguísimo etcétera. El que los clientes puedan hoy hacer todo esto en un espacio diáfano, bien iluminado y con vistas es uno de los logros de este proyecto. La habitación principal de la vivienda, en su nuevo estatus de habitación “en suite” plantea no solo una posibilidad de acceso privado hacia el cuarto de baño y su vestidor, sino que propone también una “íntima” relación visual entre la ducha y el dormitorio, que al estar separados tan sólo por un vidrio y una veneciana de madera, permite jugar con la entrada de luz y la intimidad/sensualidad en ambas zonas. En éste dormitorio, de estética neutral como el resto de la vivienda, destaca la pared del cabecero de cama revestida con un impresionante gráfico “pixelado” en tela, diseño de Cristian Zuzunaga, bañado por la luz indirecta alojada en la parte superior. El baño se divide en dos partes para mejorar así su funcionamiento, en la parte delantera se encuentran dos lavabos para cada uno de los propietarios, y en la parte más íntima se encuentran el inodoro y ducha. Continuando con el discurso formal vinculado a la forma de pixel aplicado en el dormitorio, los revestimientos de azulejo blanco y turquesa se disponen con un despiece de 10x10cm. En líneas generales, la renovación estilística y la redistribución espacial del inmueble han recorrido trayectorias cronológicas opuestas. La primera ha ido a buscar referencias históricas del pasado arquitectónico, mientras la segunda ha intentado reflejar estilos de vida y manera de utilizar los espacios más actuales o futuribles, ganando siempre y en cada caso, luminosidad natural para cada estancia, una mayor sensación de amplitud general, y un incremento exponencial de la versatilidad de usos del conjunto. Si la casa de sus sueños le permite mirar hacia el futuro mientras recuerda la historia; si le invita a utilizar sus espacios en más de una forma; y si es abierta y hospitalaria para con sus invitados, pero al mismo tiempo le resulta íntima y exclusiva, ésta vivienda en Sant Joan podría ser la suya: Egue y Seta sus diseñadores.

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