El reto era el espacio. Sin sacrificar la luz, se debían resolver diferentes áreas dentro del departamento. A pesar de contar con 350m², las necesidades superaban el área. Con algunas piezas de arte se logró una convivencia pacífica entre los distintos espacios. Bajo una base neutra, emergen elementos que dejar relucir las vistas a la ciudad y al interior de la familia.