Ventajas y desventajas de los pisos de alquiler

Vanesa Matesanz Vanesa Matesanz
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Cada vez son más las personas que apuestan en España por el alquiler. Atrás quedó el estilo de vida hipotecado al llegar cierta edad. Todo el mundo a tu alrededor te decía que alquilar un piso era, sencillamente, tirar el dinero. Los datos aseguran que las nuevas generaciones, la generación millennial, viene pisando fuerte en lo que a alquiler de vivienda se refiere. 

El 68% de los jóvenes de hasta 35 años optará por alquilar una vivienda en un plazo de tres años vista, y solo un 16% asegura que se comprará una vivienda en el corto plazo, según un estudio elaborado por la consultora CBRE España. Algo impensable en generaciones anteriores, y que ahora se lleva a cabo en algunos casos por obligación y en otros tantos por convicción.

En este libro de ideas hemos querido recopilar tres de las principales ventajas y tres principales desventajas de vivir de alquiler. Una forma de ver los pros y contras de este modo de vida que está cambiando el mercado inmobiliario en nuestro país y que parece haber llegado para quedarse. 

Ventaja 1: Movilidad y flexibilidad

Una de las principales ventajas de vivir de alquiler es que podremos entrar y salir de la vivienda con una mayor facilidad que cuando nos decidimos a comprar. Esto quiere decir que cuando alquilamos un piso, podemos estar viviendo en él en apenas unos días, al contrario que en una casa de compra tradicional. Vives donde quieres cuando quieres.

De igual manera podemos salir de él de forma más sencilla. Normalmente los contratos de alquiler son por un año, aunque podamos encontrar incluso por meses, por lo que es fácil cambiar de vivienda si así lo necesitamos. 

También esto está relacionado con la movilidad necesaria muchas veces en el trabajo. Es la alternativa ideal para tener un hogar durante el tiempo que estamos viviendo en una ciudad determinada por trabajo. En un plazo más o menos determinado de tiempo la dejamos y listo.

Además, apostar por el alquiler es hacerlo también por adaptar nuestra casa a nuestras necesidades de una forma u otra con más sencillez. Y es que el estilo de vida de una persona con 25 años no es el mismo que llevará cuando tenga 40. Quizás resulte más sencillo alquilar un piso como primera opción para unos años en el centro cuando eres joven, y mudarse posteriormente con vistas a tener una familia al extraradio o a zonas más tranquilas de la ciudad. Cada cosa en su momento. 

Ventaja 2: Económico en muchos aspectos

Ya sabemos que muchas veces las hipotecas son más bajas que los alquileres dado que se van pagando en un plazo de hasta 40 años vista, por lo que la cuota mensual puede ser mucho más reducida que un alquiler. Pero por el contrario, para acceder a un alquiler no es necesario tener ahorros, ni avales, ni nada por el estilo. Una persona con un sueldo normal y sin ahorros puede alquilar un piso dando en muchas ocasiones el mes corriente y otro más o bien una fianza.

Y aunque a veces también el alquiler implica gastos de gestión y alguna garantía (o el pago a la agencia si nos lo han gestionado ellos) siempre serán más pequeños que en el de una hipoteca (abrir la hipoteca en el banco, notarios, escrituras, gestorías, IVA, etc). 

Vamos, que las gestiones son muchísimo más sencillas que las requeridas para solicitar una hipoteca y por supuesto el desembolso inicial también. Esto es lo que hace que el alquiler sea la opción principal para jóvenes que quieren independizarse pero que aún no cuentan con ahorros suficientes o con trabajo muy estable como para comprometerse con la compra de una casa. La forma perfecta de comenzar a vivir una vida independiente y sin atadura alguna.

Ventaja 3: Mantenimiento y derramas a cuenta del dueño

Otra de las principales ventajas de alquilar un piso es que nos podemos despreocupar de cualquier tipo de desperfecto en la vivienda o en el edificio. Y es que la reparación o sustitución de electrodomésticos y demás enseres que viniesen con la casa correrán, en la mayoría de los casos, a cuenta del dueño de la vivienda, como puede ser la rotura o cambio de la caldera (un elemento bastante caro) o de cualquier electrodoméstico de cocina. Eso sí, los muebles y demás que traigamos nosotros, serán solamente responsabilidad nuestra. 

Las derramas que haya que pagar para mejoras del edificio como cambiar el ascensor, pintar la escalera, cambiar las luces de los rellanos o cualquier tipo de gasto derivado del mantenimiento de la finca, correrán también a cargo del propietario. Y eso quita muchísimas preocupaciones, garantizado.

Además comprar una casa conlleva un mayor riesgo financiero que alquilarla, como pueden ser la subida de los tipos de interés o la caída del precio de la vivienda. Y, por supuesto, el no poder pagar una hipoteca no es lo mismo que no poder pagar un alquiler. En este último caso, bastará con avisar con un tiempo determinado al propietario para decirle que en unos meses no podremos pagar para que busque otro inquilino. Fuera preocupaciones. 

Desventaja 1: Dinero que tiras, que no inviertes

CASA TRANSPORTABLE ÁPH80, ÁBATON ÁBATON Livings de estilo rústico

Una de las principales desventajas del alquiler y probablemente en la primera que pensamos a la hora de alquilar una vivienda es que estaremos tirando el dinero, por así decirlo.

Es una frase muy coloquial que lo único que pretende reflejar es que no vamos a adquirir ningún activo con el desembolso de dinero que vamos a tener mes tras mes. Es un gasto fijo con el que no estamos comprando nada, con el que no estamos invirtiendo en nada, al contrario de lo que sucede cuando compramos un piso. Es un gasto que cae en saco roto porque ese piso nunca será nuestro a no ser que estemos hablando de un alquiler con opción a compra. 

Además, también en lo que a la economía se refiere, debemos ser conscientes de que el precio que pagamos por nuestro alquiler no es un precio fijo, ya que aumentará según lo haga el IPC en los primeros cinco años de contrato. También puede pasar que una zona se revalorice, se ponga de moda para vivir, y de repente el casero se decida a subirte el alquiler una cuantía bastante grande de golpe. 

Desventaja 2: La casa se queda como está

Otra de las desventajas de vivir de alquiler es que normalmente se quedará como está, nos guste o no. Por supuesto que en decoración podremos hacer prácticamente lo que nos de la gana, pero hay ciertas cosas que no tendremos tan al alcance de nuestra mano, como puede ser el pintar una habitación de otro color o hacer agujeros / reformas menores. Para este tipo de cosas habrás de consultar con tu casero si te está permitido o no. 

Eso sí, la casa también puede quedarse como está por otro motivo: porque tú lo has decidido así. Y es que muchas personas que viven de alquiler no se molestan en hacer nada aunque su casero se lo permita: ¿para qué invertir dinero en reformas si no van a ser para ti? ¿para qué cambiar el color de una habitación o el suelo de la cocina si cuando te vayas lo disfrutará otro? ¿para qué instalar aire acondicionado? Ese tipo de cosas que hacen que, al final, la casa no esté al cien por cien como a nosotros nos gustaría. 

En una casa comprada podemos hacer lo que nos plazca, como nos plazca y cuando nos plazca. Hacer fiestas, cenas, invitar amigos durante una temporada a que vivan con nosotros. En el alquiler, por unas cosas o por otras, es bastante más complicado.

Desventaja 3: Puedes quedarte sin el piso si el casero lo decide

Por último, otra de las principales desventajas de vivir de alquiler es que podemos quedarnos sin casa en un corto período de tiempo, queramos o no. Si una vez finalizados los plazos legales el propietario así lo quiere, puede rescindirnos el contrato y echarnos de la vivienda.

Como mínimo, debe decirlo con 30 días antes de la fecha de terminación del contrato, pero si así lo hace, apenas tendremos un mes para buscar otro piso en el que vivir a partir de ese momento. Algo que nos puede desestabilizar y mucho cuando ya tenemos toda nuestra vida hecha en esa casa, en ese barrio… cuando ese piso ha pasado a ser nuestro hogar. 

Por eso otra de las desventajas de vivir de alquiler es estar muy pendiente de los plazos de vencimiento de los contratos que tenemos con nuestro arrendatario, para tener lo más atado posible este asunto y no tener que llevarnos las manos a la cabeza. Además es muy recomendable, como consejo, ser un buen inquilino, llevarse bien con el casero y mantener con él una comunicación fluida. 

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