Un refresh muy necesario en un living comedor que se había quedado en el pasado

Mariana Belisario Blaksley Mariana Belisario Blaksley
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Una palabra que define a la perfección ciertos trabajos de interiorismo es refrescamiento. Y es que a veces esos reciclajes realmente inyectan una dosis de frescura, liviandad y juventud, en espacios deslucidos, aburridos y en suma, démodé. 

En G7 Grupo Creativo saben muy bien como refrescar esos ambientes que conocieron tiempos mejores y devolverles la personalidad y el encanto y este proyecto no fue la excepción.

Una casa en Mar del Plata fue el escenario del doble milagro: un living y un comedor que fueron catapultados a nuestros días a fuerza de diseño, decoración y la elección correcta de muebles y adornos. 

Antes: un living que conoció tiempos mejores

Un espacio más bien chico pero con posibilidades y una linda vista y cceso al jardín estaba siendo dolorosamente desperdiciado. Los arquitectos entendieron el potencial que tenía este ambiente y lo pusieron a valer. 

Después: un living súper alegre

Tonos blancos y cremosos se apoderaron de las paredes y de la chimenea, dándole luminosidad a todo el living. Una paleta en tonos vivos y enérgizantes aportó muchísima alegría y que va a tono con el color rojizo del piso. Por el tamaño del living, se eligió un sofá de sólo dos puestos combinado con sillas y una mesa ratona pequeña pero con mucho carácter. 

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Detalles

La acertada elección de estantes flotantes en lugar de una bibilioteca que tiende a achicar, brinda espacio para fotos y adornos sin contaminar visualmente. Se aprovechó el rincón de la ventana para crear asientos, algo muy necesario en este espacio. La alfombra unifica la paleta, haciendo que ésta tenga sentido. 

Luz natural

Ahora este espacio aprovecha mucho mejor la doble ventilación y luz natural que entra por la ventana y por las puertas corredizas que dan al jardín. La chimenea le da un toque hogareño y resulta muy acogedora y necesaria durante los meses invernales en Mar del Plata. 

Antes: un comedor de época

Cuando leemos en los anuncios de propiedades en alquiler y en venta que tal o cual ambiente está de época siempre queremos pensar que será una buena. Por lo general es un código para no decir que a este espacio no se le ha hecho ni un solo retoque desde hace 40 años. Algo así sucedía en este comedor de lindas proporciones y con buena luz, que no estaba a la altura de su potencial.

Después: Bienvenido al nuevo milenio

Los comedores deberían ser espacios agradables, ventilados y con encanto, ya que cumplen una función importante en nuestro día a día. En este caso se aprovecharon no sólo los muebles existentes, sino también los estantes en la pared. Se pintó todo de blanco para reflejar la luz del gran ventanal y se optó por una paleta en colores cálidos, pero más suaves que la del living. 

Detalles

En la otra pared, una lindísima estantería sirve de marco a varios objetos decorativos. Se eligió una lámpara colgante a juego con la del living para unificar un poco los dos espacios y se pintaron los marcos de las puertas de verde, un color que siempre se ve bien con madera. 

Para presupuestos limitados

En este comedor se aprovecharon los muebles existentes y se le dió un giro de 180° gastando lo mínimo. Detalles lindos y económicos sumaron encanto sin vaciar la cuenta del comitente y ahora ambos espacios recuperaron la vitalidad y la frescura. 

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