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Es sabido por todos que cada color despierta en nosotros una determinada sensación. Calma, tranquilidad, calidez, atrevimiento, relax: cada persona siente predilección por un color y, en consecuencia, por una atmósfera o sentimiento distinto. Es este el motivo por el que cada uno de nosotros pinta sus paredes, sus muebles, su decoración o su ropa con diferentes tonalidades.
La elección de un color para nuestro hogar o negocio se convierte, por tanto, en una decisión arriesgada: una misma casa pintada de rojo no se percibe de igual manera que pintada de amarillo. Además, es necesario invertir más tiempo por lo que, aunque el resultado es reversible, es más costoso.
A continuación os presentamos diferentes espacios coloreados de diferentes tonos que nos sirven de inspiración y guía para esta meditada tarea.
Una pared que se viste de cielo, tonos blancos y azul celeste: este dormitorio habla de calma y pureza. En este espacio, diseño de Rocío Olmo, se ha empleado un papel azul estampado para revestir la pared que nos habla de estabilidad, sabiduría, suavidad y salud; los elementos decorativos y de mobiliario se presentan mayoritariamente blancos, símbolos de luz, pureza y simplicidad. En esencia, los colores del dormitorio nos recuerdan al color de las olas rompiendo contra la costa del Mediterráneo. Y el centro de atención: los dos cojines sobre la cama.
Giovannoni Studio & Design propone un salón que habla mucho de naturaleza. El mural de la pared nos transporta a una jungla tropical donde el color predominante no puede ser otro que el verde. Armonía, crecimiento, esperanza y, por supuesto, naturaleza, los colores de este espacio relajan nuestros sentidos y nos aportan seguridad emocional. Una colorida alfombra, dos originales sillas y unos cuantos cojines: los riesgos de vivir en la selva.
Ambiente náutico y señorial con pinceladas retro: este salón diseñado por Rocío Olmo combina a la perfección la elegancia y el afecto. Los estampados, de diferente naturaleza, contrastan entre sí por sus colores de manera que la alfombra no tiene razón de ser sin la pared y viceversa. Mobiliario vintage, cojines de colores y unos platos con diseño de Rob Ryan le ponen el punto y final al diseño de este espacio.
Espontáneo y variable como la luz del sol, en este salón, obra de Mertixell Ribé, se crea una atmósfera muy acogedora. Nuestra mirada se dirige a los dos sillones vestidos de amarillo que cobran el protagonismo de la escena sobre los demás tonos grises. Un ambiente con materiales sinceros y que nos invita a la felicidad.
Dulce es este espacio diseñado por Rocío Olmos. El diseño de este local dedicado a la venta del yogur habla mucho de sus productos. Un ambiente minimalista y atractivo que atrae la atención de los clientes y les invita a probar sus deliciosos helados. Los colores predominantes: el rosa chicle sobre el blanco, colores que hablan de sabores.
