En un pequeño pueblo dos arquitectos jóvenes han levantado una casa de casi 100m2, una vivienda con espíritu de campo interpretado en clave contemporánea, en donde la funcionalidad es lo verdaderamente importante.
Sencilla, de bajo costo y con el espacio justo, esta casa tiene algo que nos cautiva y no sabemos decifrar qué. ¿Sus muros de piedra quizás? Tal vez su fachada de vidrio que deja que la casa se llene de naturaleza… , ¿su bella sencillez? Vamos a verla y después nos decidimos.
Arquitectura: AD+Arquitectura
Lo primero que salta a la vista es la disposición estructural de esta casa. Una serie de pantallas portantes revestidas de piedra han sido dispuestas paralelamente entre ellas posadas en el terreno de forma longitudinal con el objetivo de aprovechar al máximo la amplitud de la parcela y abrir la casa hacia el área de jardín.
El interior de esta casa es austero, iluminado gracias a los grandes ventanales que se abren a la vista. Los colores neutros predominan en la composición y solo una serie de pequeños acentos resaltan tímidamente para completarla, como lo son los muebles de madera y los coloridos cuadros en la pared. El pavimento gris es práctico y elegante.
Hacia el fondo de la sala entrevemos la cocina y el comedor. Un gran portón corredizo divide estos espacios cuando así se requiera. La cocina tiene una gran isla central dispuesta hacia la vista que se asoma sobre el comedor. Los materiales escogidos son sobrios y funcionales, responden a las necesidades de este espacio, y nuevamente la luz es protagonista, su energía invade el espacio.
La cocina tiene una isla central dispuesta hacia la vista que se asoma sobre el comedor. Los materiales escogidos son sobrios y funcionales, responden a las necesidades de este espacio, y nuevamente la luz es protagonista, su energía invade el espacio.
El baño de esta casa ha sido personalizado a los gustos de sus dueños, por ejemplo esta ducha doble es amplia y especial. Los materiales utilizados son pocos y esto le da un gran toque minimalista a los espacios.
En esta casa hay un espíritu de funcionalidad que resalta a la vista, cada elemento ha sido proyectado para cumplir una función, cada espacio ha sido dimensionado detalladamente para albergar un uso. Ideas como estas son las que nos inspiran a tener un nuevo estilo de vida, más sencillo y funcional.
La casa está formalmente dividida en dos volúmenes, destacados por su carácter pétreo. El primero, compuesto por las pantallas y comentado anteriormente, es más abierto pues contiene las áreas sociales. El segundo es un volumen mucho mas cerrado e intimo, casi monolítico que contiene las habitaciones y se conecta con el exterior a través de estrechos ventanales.
Envuelto por las pantallas y enmarcado por el gran ventanal, encontramos este micro espacio generado a partir de los desfases de la estructura. En él podemos sentarnos entre el cobijo de la estructura en piedra y la libertad del paisaje a disfrutar de la tarde. Este pequeño lugar tiene un carácter un tanto fenomenológico pues la sensación que en él disfrutamos es algo especial.
La tectónica de estas pantallas ha sido adecuada al contexto gracias al revestimiento pétreo. Los desfasés entre ellas proponen una fachada más dinámica, gracias a las sombras y los micro espacios que se generan en los solapes que hay entre pantallas, estos espacios de sombra son ideales para reposar y apreciar la vista.
En esta casa hay un espíritu de funcionalidad que resalta a la vista, cada elemento ha sido proyectado para cumplir una función, cada espacio ha sido dimensionado detalladamente para albergar un uso. Ideas como estas son las que nos inspiran a tener un nuevo estilo de vida, más sencillo y funcional.