En el libro de ideas de hoy vamos a enseñarte a despejar las superficies de trabajo en la cocina.
Y ya que hablamos de las tan necesarias superficies de trabajo en este ambiente, aquí les compartimos 8 mesadas sensacionales.
La cocina es una ambiente donde hay muchísima acción. En las superficies de trabajo en este ambiente se hace de todo y a veces cometemos el error de llenarlas de electrodomésticos, adornos, bowls de frutas, floreros y demás objetos que ocuparían menos espacio en otros lugares.
Así que empecemos por deshacernos o guardar en otro lado esas cosas que nos están impidiendo sacarle el mayor partido posible a counters, mesadas, barras o islas en la cocina y aprendamos a mantener este espacio despejado y listo para la acción.
Nota: las fotos que aquí utilizamos nos muestran ejemplos positivos, lo contrario a lo que NO deberías tener. Por eso, hemos elegido estas fotos con ejemplos de nuestros expertos para que los lleves a cabo.
Tener más de un bowl de frutas ocupando espacio en los topes de la cocina no es buena idea. Podemos ubicarlos en otros lugares, como esos pequeños muebles con cajones de metal especiales para tal fin.
Si bien se ven espectaculares como en esta cocina de Silvina Lightowler, es preferible optar por otro tipo de adornos en un espacio donde se desarrollarán la mayoría de los preparativos para las comidas.
Los libros de cocina que ya no usamos pueden ubicarse en la biblioteca y dejarnos espacio libre para la vajilla o los electrodomésticos que usamos con más frecuencia. No hablamos de esos libros que consultamos constantemente, sino aquellos que hojeamos muy cada tanto.
Los electrodomésticos que no usamos a diario es mejor tenerlos guardados. Entre otras cosas porque no se salpicarán ni se ensuciarán de grasa mientras cocinasmos, amén de dejarnos más espacio de trabajo liberado. Más de esta cocina aquí.
En medio de los espacios más chicos, propios de la vida moderna en grandes centros urbanos, es mejor repensar nuestras colecciones, ya que en general se trata de objetos que no son de uso diario, o al menos no todos y cada no de ellos. Si nuestra colección de mates, por ejemplo, empieza a hacernos sacrificar espacio de guardado en la cocina, será hora de pensar en reducirla.
A veces tenemos tantos frascos de comestibles, especies y conservas que olvidamos siquiera fijarnos si están aún vigentes. Por supuesto, la mayoría de estos productos duran muchísimo tiempo, pero todo tiene su final. Cada tanto tenemos que revisar cuáles siguen siendo comestibles y cuales se pasaron de la fecha.
Por más decorativa que sea, la cocina no es lugar para el juego de té de plata que heredamos de la abuela. Entre otras cosas porque corremos el riesgo de golpearlo, rayarlo y ensuciarlo. Es mejor darles un lugar en el comedor o desplegarlo en todo su esplendor cuando tenemos invitados a la hora del té.
Si bien las plantas le dan alegría a cualquier ambiente, es preferible no llenar los topes de la cocina y demás superficies de trabajo con ellas, o nos encontraremos un día que no tenemos espacio ni para cortar una papa. Es preferible optar por macetas colgantes que no estorben y que aún así nos permitan disfrutar las bondades de la naturaleza en casa.
Tener a la mano cacerolas y sartenes que usamos con mucha frecuencia es muy cómodo. Ahora tener toda la batería de estos utensilios colgando frente a nuestras narices puede contaminar visualmente amén de incomodarnos en el paso. Elegir las que usamos con más frecuencia y guardar las demás en una alacena es lo más recomendable.
El comedor de diario muchas veces se convierte en el lugar donde se preparan las comidas antes de pasar al horno y las hornallas. Una vez que hemos leído el periódico a la mañana lo guardaremos en otro lado o directamente lo tiraremos para que no ocupe espacio.
Tener demasiadas canastas bowls y jarras desperdigados por todo el lugar favorececá la desprolijidad y no sabremos qué hacer con ellos cuando nos encontremos en medio de los preparativos de una gran comida.
Si bien no podemos considerar el piso como superficie de trabajo, merece un párrafo aparte la incorporación de alfombras en la cocina. No solamente se llenarán de olor a comida, sino que además resultan peligrosas en lugares de tránsito ya que podríamos resbalarnos con ellas.
Las maderas con cuchillos y los recipientes llenos de cucharas de madera y demás utensilios de cocina ocupan espacio. Si podemos ubicarlos en estantes o alacenas en lugar del counter de la cocina, mucho mejor.