7 Ideas para una decoración escandinava ¡moderna!

Recurrir al bricolaje cuando buscamos darle una nueva imagen a los espacios es una alternativa barata y sencilla de aportarles nuestra personalidad. Si aún no tienes claro qué hace falta en la habitación en cuestión o qué puedes elaborar tú mismo sin necesidad de ser un manitas profesional, echa un vistazo a tu alrededor e identifica los muebles que puedes sustituir por otros DIY, empezando por aquellos que resulten más sencillos de elaborar. También puedes aprovechar las paredes para construir estanterías sencillas, pero bonitas. En cualquier caso, puedes pasarte por aquí para descubrir más propuestas interesantes.

Una vez realizado este paso, recuerda respetar durante el proceso el estilo escandinavo que luce toda la habitación. Fíjate sino en la mesita central fabricada con palets de color blanco que luce el salón de la fotografía. Un mueble muy fácil de construir y todo un imprescindible en la decoración de los salones. 

Lo decimos siempre y no nos cansaremos de repetirlo, la luz natural es unos de los tesoros más preciados dentro de cualquier espacio cerrado. Y cuanto más escasa es, más valor le damos. Bien lo saben los hogares nórdicos, que aprovechan cualquier elemento del diseño de interiores para multiplicar su presencia. Pues bien, el mismo principio ha de aplicarse a nuestra decoración escandinava, a través de espacios preparados para recibir los rayos del sol. Tampoco se trata de entrar en obras para instalar grandes ventanales, sino más bien de liberar cualquier obstáculo que pudiese entorpecer el paso de luz a través de las ventanas. Apuesta por los tejidos ligeros y en tonos pasteles para las cortinas del salón, en los dormitorios puedes mantener tejidos gruesos ya que invitan más a la intimidad. En definitiva, sube persianas, abre cortinas, y deja que el astro rey forme parte de la decoración de casa.

El blanco es, sin dudarlo, el color protagonista de la decoración escandinava. Pero no el único. Los interiores modernos conciben un concepto algo más fresco que da la bienvenida a otras tonalidades más fuertes, en pequeñas dosis, y a los colores pasteles y ligeros, en grandes dosis. Por ejemplo, la madera en su gama más natural, es una buena alternativa que respeta la estética escandinava, pero consigue nuestro propósito: darle un toque más moderno a la habitación, además de cálido. Si cuentas con un suelo de este material o que simule su aspecto, cuídalo para que luzca lo más brillante posible. También, asegúrate de incluir algún que otro mueble en esta tonalidad, como los de la imagen. Ahora bien, si la madera te resulta demasiado básica, entonces apuesta, como decíamos, por pequeños detalles en tonos más fuertes: naranjas, amarillos o azules metalizados son la elección más acertada.

Como en la vida misma, en el diseño de interiores también son esos pequeños detalles los que marcan la diferencia y hacen, en última instancia, que nos enamoremos de un sitio. Pues bien, los accesorios textiles tienen mucho que ver en la consecución de tal propósito, sobre todo a lo largo del invierno, ya que solemos multiplicar su presencia en las habitaciones más sociales de casa: cortinas, alfombras, mantitas, y nuestros favoritos, los cojines. Elige un diseño original y cuco para decorar cada asiento de casa y asegúrate de ubicar en el salón, los más originales. 

Cuando nos planteamos la tarea de renovar la imagen de nuestros espacios, los primeros sacrificados son los muebles, ya sea porque necesitamos unos nuevos, o simplemente porque ocupan todo el peso visual, y por lo tanto, sabemos que al sustituirlos le estaremos dando un giro de 90º al aspecto de la habitación en cuestión. Pero, como bien decíamos al comienzo de este post, la estética escandinava celebra en sus principios básicos, la sencillez y discreción de las líneas rectas. En esta misma línea, casi minimalista, los muebles han de respetar este principio en su aspecto elemental, pero no en la manera en la que acabemos por decorarlos. Es decir, serán los objetos que estos almacenen, los que contribuyan a darles esa imagen fresca, propia y única.

Si en la variedad está el gusto, en la simpleza, el arte. Y es que, muchas veces, no se necesitan demasiadas florituras para alcanzar espacios rebosantes de estilo, ni tampoco uno y mil muebles para mantener el orden en una habitación. Lo que sí se necesita es una pizca de ingenio y buen gusto para convertir cualquier esquina de casa en un espacio perfecto donde apilar ordenadamente nuestros objetos. Para inspirarte, hemos seleccionado este salón del equipo de diseño Nimú, donde se han organizado los libros en dirección vertical, sobre una estantería de pie, transportable a cualquier punto del salón. 

Y en definitiva, no es necesario hacer borrón y cuenta nueva para conseguir transformar nuestra vieja decoración escandinava en su versión más moderna. Tan sólo recurrir al ingenio, a la coherencia estética y tomar nota de los consejos del buen diseño. Por nuestra parte, una última propuesta es explotar el potencial de las paredes, para no sólo ordenar y almacenar de pie (como en el apartado anterior) sino también de forma horizontal, rompiendo con la linealidad de los diseños convencionales. Y por si esto fuera poco, los muros son otra una gran oportunidad para exhibir cualquier elemento que le cuente al mundo algo sobre quienes allí viven: fotografías, obras de arte, cuadros, pósters, etc.