En este libro de ideas vamos a hablar de la iluminación LED y vamos a explicar, más que nada, las innumerables ventajas que tienen este tipo de luces si las comparamos con las luces tradicionales.
Hay que tener en cuenta que se están dejando de fabricar en todo el mundo las luces incandescentes, que definitivamente han pasado al ocaso de la iluminación.
Quedan en el ruedo las luces halógenas y la iluminación LED, y nos parece que esta última tiene propiedades y virtudes difíciles de igualar.
Por sus siglas en inglés, LED quiere decir Lightning Emitting Diode. En español, esto quiere decir que esta iluminación parte de diodos semiconductores que emiten luz. La iluminación LED ha venido utilizándose desde los años 70, en colores e intensidad muy limitados, pero los adelantos tecnológicos han logrado que estos diodos se desarrollen hasta convertirse en la mejor opción para iluminar.
Hablaremos un poco más de la ciencia, detrás de este tipo de luces y, por supuesto, aprovecharemos el libro de ideas, para mostrarles algunos de nuestros maravillosos espacios.
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La luz LED se emite cuando un electrón pasa por la banda de conducción a la valencia, perdiendo energía que se manifestará en forma de fotón desprendido con dirección, amplitud y fase aleatoria.
En la imagen podemos ver luces LED embutidas en el techo.
La luz LED es monocromática y dependiente del color usado en el semiconductor. Lo interesante es que al combinar diferentes colores en el semiconductor, se obtienen luces de diferentes tonalidades.
El uso de luces LED se traduce en un ahorro de un pasmoso 85% en consumo de electricidad. Esto lo veremos reflejado en las tarifas de los servicios.
Otra ventaja de este tipo de iluminación, es la duración de las luces, que alcanzan hasta unas 45.000 horas de uso. Nada mal, ¿no?
Un aspecto importante de la fabricación de las luces LED, es que no se utilizan químicos como el tungsteno o mercurio, productos con un alto nivel de toxicidad.
Las luces LED tienen una emisión de calor mucho más baja que la de las luces halógenas, lo cual es un factor importante de cara al calentamiento global y todo lo que éste implica. Al mismo tiempo, hace que las lámparas no estén expuestas a niveles más altos de calor.
Otro aspecto que nos interesa mucho de la iluminación LED, es que requiere menos mantenimiento que cualquier otro tipo de iluminación y por esta razón, gastaremos menos.
Mezclando los colores verde, azul y rojo de tres LED se logra una luz blanca. También llamada luz fría, esta temperatura de luz es la más indicada para iluminar espacios con total nitidez.
Hoy en día se consiguen luces LED en tonalidades más doradas, es decir más cálidas, que son ideales para espacios destinados a la relajación o el descanso.
Tanto por el ahorro energético, como por el uso de materiales más amigables para el medio ambiente, se considera a la iluminación LED como la más ecológica de todas.
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