Los deseos de salir de la ciudad lleva a muchas personas a invertir en casas rurales y usarlas como segunda residencia, para escaparse cada fin de semana a un ámbito de naturaleza y relax.
En muchos casos, la vivienda que se compra está deteriorada o necesita ser adaptada para las necesidades de vivir con comodidad. Esto es lo que ha pasado en Holanda, donde se ha realizado un cambio radical en un granero para convertirlo en una fabulosa casa rústica con toques modernos. Veamos cómo lo han logrado.